La importancia del gofio en la isla de Fuerteventura data de los tiempos previos a la conquista de las islas por parte de los europeos. Las culturas indígenas ya tostaban granos de plantas salvajes que posteriormente molían, Tras la conquista, esta técnica evolucionó desarrollándose una tendencia a la agricultura, la cual fue la que modeló el paisaje rural de la isla. Con el paso de los años esta se volvió más fuerte, llegándose a conocer a la isla de Fuerteventura como “el granero de Canarias”.

El gofio es el súper alimento por excelencia de la zona, y solía estar realizado de maíz (millo en canario), trigo, cebada u otros granos, los cuales se tostaban y molían. El gofio es un producto muy bien valorado, entre otras cosas por su capacidad saciante, la cantidad de hidratos de carbono y su baja cantidad de calorías. Otro de los beneficios que aporta, es su alto nivel de fibra. Es por tanto un producto saludable y nutritivo, de calidad, fuente de fibra, vitaminas y minerales. Además, es de fácil acceso y combina con una gran cantidad de alimentos. Su presencia en la dieta y despensa canaria ha sido indispensable, tanto en los tiempos de bonanza como en los de escasez.

Como dato curioso, decir que el gofio fue exportado hacia América tras el final de la Guerra Civil, llegando a ser mundialmente conocido. En Puerto Rico, por ejemplo, se produce exactamente igual que en Canarias, aunque lo consideren un dulce propio. Venezuela, cuya denominación cambia en función del cereal con el que se produzca (“garfía” cuando se produce con trigo y “fororo” cuando es de maíz). También Panamá es otro de los destinos donde su denominación cambia, llamándose allí “cofio”, y donde en el proceso de molido se añade azúcar.

Hoy en día, la elaboración del gofio tiene presente el saber hacer de antaño, Transmitido de padres a hijos. Pero, aunque las formas de producción actuales han sido modernizadas, el producto en sí se mantiene inalterado. Lo que le convierte en el producto estrella dentro de la gastronomía canaria. Cuenta desde el 2014 con Denominación de Origen Protegida.

La producción de gofio, comienza con la limpieza y tamizado del cereal. Después se tuesta, lo que le hace más digerible que el resto de las harinas. Tras enfriarse, se procede al proceso de molido, tras el cual ya estaría listo para su consumo. Es un producto muy saludable como antes se mencionaba, porque no tiene conservantes ni colorantes. También es muy energético porque mantiene inalteradas las propiedades nutricionales del cereal. Rico en hidratos de carbono y fibra, contiene vitaminas B1, B2, B3 y C, así como calcio, hierro, magnesio y sodio.

El consumo más habitual suele ser en el desayuno mezclándolo principalmente con leche. Pero también se consume sobre cocidos y guisos, llegando incluso a ser usado como un elemento más en repostería, en la que destaca el helado de gofio.

Para los más curiosos y golosos que queráis probar el gofio, os proponemos una receta fácil y sencilla. Para deleitarse del auténtico sabor de Fuerteventura.

 

BIZCOCHO DE GOFIO

Ingredientes:

• 1 vaso de yogur de vainilla
• 1 medida de vaso de gofio
• 1 medida de vaso de azúcar
• 1 medida de vaso de aceite
• una cucharadita de esencia de vainilla
• ralladura de limón
• 3 huevos
• 1 cucharadita de polvo de hornear

Elaboración:

Para empezar, se engrasa y enharina un molde. Se enciende el horno. Se baten los 3 huevos con el aceite, el azúcar, el yogur, la piel de limón y la esencia. Cuando todo está integrado se añade el gofio previamente mezclado con el polvo de hornear. Mezclar bien, poner al molde y cocinar unos 40 minutos a 200 grados hasta que el bizcocho está completamente cocido.

 

Como conclusión, diremos sobre el gofio:

• Estamos ante un alimento heredado de los indígenas
• Su popularidad ha perdurado en el tiempo, siendo el alimento estrella de la zona.
• Su calidad y contenido nutricional depende en gran medida de los procesos de fabricación.
• Al ser integral, además de ser tostado, permite una digestión más fácil.
• Puede ser combinado con casi cualquier otro producto, favoreciendo una dieta de lo más variada.