La experiencia

El sabor de la historia

Uniendo el arte del cultivo, el ingenio aplicado en los sistemas de molienda, y la experiencia majorera, se obtiene el gofio, producto tradicional de la cultura canaria.

Pasea por su historia y conoce su sabor en el Centro de Interpretación de los Molinos de Tiscamanita. Te contaremos cómo se hace y por qué se sigue consumiendo este superalimento. Podrás conocer el poder del viento y cómo éste mueve los molinos y molinas de la isla. Todo dentro de un edificio único: una antigua vivienda majorera.

Moler, moliendo… ¡molino!

Desde los morteros empleados por los majos, hasta el desarrollo de los molinos y molinas de viento, hay todo un viaje. Recórrelo y descubre en las salas del Centro de Interpretación de los Molinos de Tiscamanita cómo funcionaba cada uno de estos ingenios y cómo, poco a poco, fueron evolucionando.

¡DESCÚBRELO EN NUESTRO MUSEO!

 

Los molinos en Fuerteventura

A partir del siglo XVIII, el paisaje de Fuerteventura empieza a poblarse de gigantes con aspas de madera. Molinos de viento, que llegaron a ser varios cientos en la isla, y que cambiaron la vida de los majoreros, facilitando la tarea de la molienda.

Estructuras centenarias de gran valor etnográfico, como el que hay en el Centro de los Molinos de Tiscamanita, uno de los últimos supervivientes tras la llegada de los procedimientos mecánicos, reconocido en la actualidad como «Bien de Interés Cultural».

Capitanes del viento

¿Quieres ver cómo funciona un molino? ¿Cómo el suave movimiento de las aspas hace que giren dos piedras, las muelas, de más de una tonelada de peso? ¿Y cómo estas muelen suavemente el grano tostado para producir el gofio?

En todo este proceso, la figura del molinero es fundamental. De su buen hacer depende que se consiga un producto de la más alta calidad. No hay paso que no supervise: desplegar las velas, orientar el molino con el timón, controlar el giro de las piedras… ¡Todo un capitán del viento!
* Consulta los días que ponemos en marcha el molino de Tiscamanita.

El sabor de nuestra tierra

No dejes de probar el auténtico sabor canario: el sabor gofio. De cebada, de millo, de trigo, de centeno… fue la base de la alimentación tanto en los momentos de abundancia, como de hambruna.

Un alimento tradicional que los canarios preparaban y consumían mucho antes de la llegada de los primeros europeos a las islas. Y también internacional, que acompañó en sus viajes a los migrantes canarios allí a donde fueron: Estados Unidos, Nicaragua, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay, Venezuela, Panamá…
Disfruta con la degustación de pella de gofio que ofrecemos en el Centro de Interpretación de los Molinos de Tiscamanita.

El gofio, un superalimento

Además de por su inconfundible sabor, el gofio destaca porque, a diferencia de otras harinas, se tuesta antes de molerlo, lo que lo hace mucho más digerible.
El gofio canario es uno de los alimentos más tradicionales del archipiélago y un elemento central de su gastronomía. Es un producto natural, sin conservantes ni colorantes, muy energético y rico en fibras, vitaminas B1, B2, B3 y C, hierro, calcio, magnesio y sodio.